Gastar menos comprando comida en el supermercado, físico u online, se consigue si tienes buena información y eres constante. ¿Quieres conocer algunos tips para conseguirlo? No te preocupes, aquí te proporcionamos toda la información necesario.
Tips para gastar menos comprando comida en supermercados
Existen distintos trucos para gastar menos comprando comida en tu supermercado. Esta es una técnica que entra dentro del ahorro en tu economía doméstica. Eso sí, para que tu factura baje, y lo haga de una forma clara, debes cumplir todos estos compromisos. Toma nota, que te interesará:
1. Marca un límite de gasto del que no vas a pasar
Lo primero que has de hacer es marcar un límite de gasto semanal o mensual. Y esto implica que, de entrada, tengas claro que no lo vas a sobrepasar en ningún caso.
Establecer esta referencia a priori te ayudará a organizarte mejor. No en vano, sabrás más o menos en qué puedes dedicar tu dinero, de manera que minimizarás los riesgos de gastar más de la cuenta. Existen apps que ayudan a ahorrar dinero y que te pueden ayudar.
Ese límite puede cambiar según las circunstancias, pero, como norma general, te recomendamos que sea constante. Una actualización anual sería una opción interesante.
2. Compra con el estómago lleno
Comprar con hambre es contradictorio con una buena gestión del dinero. No en vano, tienes más posibilidades de hacerlo por impulsos.
¿Qué se recomienda, en este caso? Puedes comprar en el supermercado en dos momentos del día: después de almorzar o después de la comida del mediodía. De esta forma, eliminarás ese condicionamiento y se notará la diferencia.
La realidad es que comprar en un momento en que no haya otro tipo de influencias ayuda, y mucho. Por eso lo has de tener en cuenta.
3. Compara entre los distintos supermercados
La comparación entre distintos supermercados que estén a una distancia similar es decisiva para ahorrar dinero. Y esto lo puedes hacer de varias formas: desde la comparación analógica de folletos de ofertas a la consulta de comparativas en la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) o la entrada en marketplaces o supermercados online.
Toma con calma la comparación, porque, si vives en una población grande o en una ciudad, puedes optimizar el gasto sin tener que hacer desplazamientos adicionales. Esto es algo que notará tu bolsillo.
4. Haz siempre una lista de la compra
La lista de la compra es un clásico, pero es algo que nunca has de olvidar. Si improvisas la compra, es mucho más probable que el gasto aumente.
Ahora bien, la lista de la compra puede ser más o menos detallada, tanto por los artículos que compras, como por los precios o el soporte que utilices (físico o digital). Recomendamos, en la medida de lo posible, aprovechar las ventajas de las plataformas y dispositivos digitales.
Esta es una de las formas de gastar menos comprando comida en el supermercado. Y la diferencia, se notará.
5. Lleva efectivo suficiente para pagar
No es un secreto que se tiende a gastar más si compras con tarjeta de crédito o débito que si lo haces con efectivo. Y, quizás, es una costumbre que deberías recuperar.
Cuando tenemos algo físico delante, notamos la pérdida instantáneamente, y tendemos a tener más cuidado. Esto es determinante cuando se trata de estas cantidades, puesto que son gastos frecuentes.
Es posible que, si tienes los billetes y las monedas encima, gastes menos. Vale la pena, pues, que consideres esta cuestión en la medida que lo merece.
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6. No te cases con nadie (en sentido figurado)
La compra habitual en un supermercado es una costumbre, pero eso a veces puede no ser recomendable. Si tienes donde comparar, lo mejor es que sopeses los pros y los contras.
Esto implica que no te cases con nadie, en el sentido de que no has de cerrarte a un solo supermercado ni comprar artículos más caros porque sean en el establecimiento de toda la vida. Por lo tanto, comparar es una buena opción.
7. Compara los precios por litro o kilogramo
Comprar por litro o por kilogramo es una referencia interesante para saber cuál es el precio real de lo que adquieres. Recuerda que esta referencia, relacionada con alimentos como el aceite, el arroz, la pasta o los líquidos en general, es muy útil.
Es cierto que tendrás que asegurarte de cuáles son las cantidades que necesitas. Pero hay que decir que, si tienes una despensa lo suficientemente grande, dispondrás de espacio para aprovechar aquellas ofertas de productos que vayas a consumir.
Comprar tiene que ser una estrategia racional, así que este es un aspecto que debes valorar al echar un vistazo a las etiquetas.
8. Apuesta por las marcas blancas
Las marcas blancas han sido, tradicionalmente, la vía de ahorrar dinero en cualquier artículo de consumo masivo. Lo que sucede es que hay que hacerlo con buen criterio.
Lo primero que has de comprobar es la diferencia de precio con la primera marca, que, aunque existe casi siempre, puede no ser significativa. En segundo lugar, haz la comparativa de marcas blancas de distintos supermercados, porque puedes llevarte sorpresas. Y, finalmente, echa un vistazo al fabricante de la marca blanca, porque así tendrás una idea de la calidad.
Existen cadenas de supermercados que se han especializado en productos de marca blanca. Y si tienes buena información, quizás te pueda interesar esta opción de compra.
9. Compra a granel
La compra a granel, sobre todo en frutas y verduras, es muy interesante para ahorrar y, además, puede repercutir en la calidad de lo que compras.
Piensa que los envases tienen un gasto añadido, no solo por el envoltorio, sino también por la mano de obra que se tiene que dedicar al envasado. Al desaparecer este gasto y ocupar menos espacio, se puede ofrecer un precio más competitivo.
No obstante, la valoración y precios de los artículos a granel tienen, como en otros ámbitos, variaciones poderosas según la empresa.
10. Revisa las estanterías inferiores y superiores
Los supermercados actúan de forma estratégica, tanto con los precios como en la colocación de los productos. Y la distribución de las estanterías es uno de los ejemplos.
La mayoría de los supermercados colocan los productos que están interesados en vender a la altura de los ojos. Por lo tanto, los productos que no interesen tanto (y que sí te pueden interesar a ti) se suelen colocar arriba del todo o abajo, para que te resulte más incómodo cogerlos y comparar.
Si sabes qué es lo que vas a comprar y cuánto te vas a gastar, es mucho más sencillo sortear este truco. En cualquier caso, no está de más que lo conozcas.
11. Aprovecha los 3×2 para gastar menos comprando comida
Las ofertas 3×2 son comunes en artículos como las conservas o determinadas bebidas. Y, en este caso, te pueden interesar, siempre que hayas definido con anterioridad tu presupuesto correctamente. Ahora bien, debes cerciorarte de que la fecha de caducidad es lo suficientemente larga y, sobre todo, que vas a comer lo que compres a corto plazo.
¿De qué se trata? En definitiva, de que ahorres dinero para la siguiente compra, teniendo en cuenta que en tu despensa ya tendrás algo que puedes comer durante la semana.
12. Huye de los productos de compra compulsiva
Gastar menos comprando comida pasa por ser organizado y por evitar adquirir artículos de compra compulsiva.
¿Qué suelen hacer la mayoría de los supermercados? Colocan chicles, chocolatinas o caramelos justo al lado de la caja. Y, como son artículos de poco valor, es más probable que se compren, aunque no había intención inicial de hacerlo.
Una vez más, tenemos que seguir el consejo genérico: si no está en la lista, no lo tienes que comprar, valga lo que valga ese artículo.
13. El congelador puede ser muy útil
El uso del congelador puede ser muy útil, pero siempre que lo gestiones de forma correcta. Para gastar menos comprando comida, sigue estas dos pautas:
- Debes comprobar que en el congelador no haya comida sobrante que no vas a comer. Y esta es una condición que debes cumplir siempre, con independencia de la semana de la compra.
- Puedes comprar pescado o carne fresca en épocas en las que esté más barato, o aprovechando ofertas, y congelar. Por ejemplo, si vas a hacer una comida especial para Navidad, mejor que compres a finales de Noviembre y congeles. Esto, también, sirve para el día a día.
Estos dos aspectos ayudarán, positivamente, a una gestión más inteligente de tu dinero. Sobre todo, si piensas en el medio plazo.
14. Adquiere productos de temporada
Comprar productos de temporada es una buena opción de ahorrar dinero. No en vano, los costes son menores y hay mayor disponibilidad.
Ahora bien, para que este criterio te sirva, deberías ver artículo por artículo. Y, por lo general, no comprar al principio de la temporada, sino cuando ya ha pasado un mes: esto sirve para pescados como el bonito, frutos como la castaña o incluso para las naranjas.
Por lo tanto, el concepto de compra de temporada, bien enfocado, puede ser ventajoso para ti.
15. La comida preparada, solo cuando no quede otro remedio
La comida preparada es, casi siempre, más cara que la materia prima directa, y también menos saludable. El consejo que te damos para ahorrar es que, siempre que puedas, compres comida procesada solo cuando no tengas tiempo o mejores alternativas.
16. Aprovéchate de los programas de fidelización
Algunos supermercados ofrecen programas y tarjetas de fidelización. Esto supone que puedas conseguir vales de descuento, descuentos directos o puntos convertibles. Si visitas con frecuencia un supermercado, es bueno que te hagas miembro del programa de fidelización, porque suele ser gratuito.
Gastar menos comprando comida, con una buena gestión del dinero, es posible. ¿Necesitas un préstamo personal para alguna urgencia o para equilibrar tus finanzas? En Portal Créditos hay un comparador que facilitará que encuentres la opción que más te interesa.
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