Cuentas corrientes

La mejor forma de encontrar la cuenta corriente con más ventajas es utilizar el comparador gratuito de Portal Créditos. El motivo es que dispondrás de un listado completo y actualizado con todas las referencias existentes. Además, cada ficha de información incluye las principales características y condiciones, y se hace una valoración con una finalidad orientativa.

Los aspectos a tener en cuenta a la hora de elegir banco para abrir tu cuenta corriente son múltiples. En cualquier caso, sí que tenemos que hacer hincapié en los siguientes:

• Las comisiones. Un primer elemento esencial es comprobar si la cuenta cobra o no comisiones. Y, en caso afirmativo, saber qué comisiones y durante qué periodicidad.
• La remuneración. Esta es una particularidad que va a menos en las cuentas corrientes, pero aún existen algunas entidades que ofrecen remuneración. Por lo tanto, también hay que comprobar esta posibilidad.
• Las condiciones. Pueden existir numerosas condiciones a la hora de abrir una cuenta bancaria: desde la limitación por edad a la domiciliación de la nómina o de recibos, pasando por un saldo mínimo o una determinada permanencia. Esto hace que sea especialmente importante revisarlas.
• Tarjetas. La mayoría de las cuentas corrientes ofrecen un contrato de tarjeta, pero estaría bien saber si cobra o no comisiones. Además, también es recomendable que veas cuáles son los límites de cantidad en pagos.
• Las vinculaciones. Algunas cuentas corrientes que proporcionan beneficios pueden obligar a contratar algún tipo de producto vinculado.
• El número de titulares permitido. Hay productos que ofrecen solo un titular, mientras que los hay de dos, tres y hasta 5.

Hoy en día, la mejor referencia para que contrates una cuenta corriente es la Cuenta Open de Openbank, con cero comisiones y tarjeta gratuita.

Las cuentas corrientes online son aquellas que se pueden contratar a través de la red y cuya operativa se limita a la red y a los cajeros automáticos. Si bien tienes la limitación de la atención presencial, ese problema se suele compensar con mejores condiciones y atención telefónica. Este es un modelo de negocio que, hoy en día, está enfocado a las generaciones Y y Z.

La búsqueda de las mejores cuentas corrientes por internet se ha convertido en un lugar común. Hoy en día, un comparador como el de Portalcréditos te puede ayudar mucho a encontrar las mejores referencias. Ahora bien, para no llamarte a engaño, deberías tener en cuenta los siguientes aspectos: primero, qué tipo de producto estás buscando en función de tu perfil de cliente. Por otra parte, cuáles son las condiciones y lo que se ofrece. Y, finalmente, qué valoración de ese producto se hace desde fuera. De esta manera, las posibilidades de equivocarte se reducirán.

Las cuentas corrientes pueden cobrar o no comisiones, en función de la política de cada entidad. En el caso de que se cobren, las comisiones más habituales son las siguientes: primero, la de apertura por contratar el producto. En segundo lugar, las de gestión. Asimismo, existe la comisión de mantenimiento de la cuenta, que por lo general se cobra trimestral, semestral o anualmente. Finalmente, hay que señalar otro tipo de comisiones por servicios como las transferencias internacionales, emisiones de cheques o tarjetas de crédito o débito.

Eso sí, es sumamente importante que sepas que hay muchas entidades que ofrecen cuentas sin comisiones. Aquí es bueno que hagas uso del servicio de un comparador.

Los requisitos para que se abra una cuenta corriente gratis son variables en función de la entidad. Lo que sí que se puede decir es que se suele pedir residencia o nacionalidad española. Dicho esto, los principales requisitos pueden ser los siguientes:

• Edad mínima o máxima. Hay cuentas para adolescentes (con autorización parental), jóvenes (hasta 31 o 35 años) o pensionistas. Ahora bien, salvo excepciones, en la mayoría de los casos se pedirá la mayoría de edad.
• Ingresos. Esta es una condición que peuden exigir algunas cuentas corrientes, sobre todo a partir de una cierta cantidad. La cuenta nómina, por ejemplo, es un producto que te obligará a domiciliar tu nómina, un mínimo de 600 o 700 euros. También puede suceder que pidan un saldo mínimo.
• Productos vinculados. Este requisito no es tan habitual, salvo en el caso de las cuentas remuneradas. Aquí puede ser que te pidan la contratación de un seguro, plan de pensiones o tarjeta.
• Domiciliaciones. Las domiciliaciones son otra de las condiciones que pueden exigir. Por ejemplo, domiciliar los recibos de pago de los suministros, como el agua, el teléfono, el gas o internet.

Las personas autorizadas en una cuenta bancaria pueden hacer aquellas operaciones que autorice el titular. Conviene señalar que un autorizado no es un titular y, por lo general, no puede domiciliar recibos. Ahora bien, sí que podrá hacer transferencias, traspasos, ingresos o pagos con tarjeta, por ejemplo.

Las cuentas corrientes se tienen que declarar siempre que generen algún tipo de rentabilidad. No en vano, cuando se generan unos intereses, estos tendrán que tributar. Ahora bien, una cuenta corriente sin remuneración y de un saldo reducido no debería, en principio, generar problemas.

Hay que señalar que, para declarar las cuentas corrientes, se tomará como referencia el cierre del ejercicio del año anterior. Y, en consecuencia, se contabilizarán los intereses o regalos monetarios que se hayan recibido para el pago de impuestos.

La remuneración de las cuentas corrientes es aquel pago que se hace a cambio de contar con una cuenta en un banco. Esta suele ser de dos maneras: o bien un pago directo de una determinada cantidad, o bien unos intereses que se calcularán tomando la Tasa Anual Equivalente (TAE). Conviene recordar, no obstante, que esta remuneración siempre está limitada a una determinada cantidad o saldo máximo.

Si bien existe la cuenta corriente simple que puede ofrecer algún tipo de remuneración como promoción, lo normal es que esto se aplique en las cuentas nómina. En consecuencia, aquí se hará fundamental una buena comparativa antes de decidirte.

Las cuentas corrientes pueden cobrar comisiones de gestión, apertura y mantenimiento, como fórmulas más habituales. Además, también se suelen cobrar comisiones por el uso de cajeros automáticos no pertenecientes a la red, por cobro de cheques o por transferencias internacionales. Eso sí, como esta política varía significativamente en función de las políticas del comparador, vale la pena hacer un repaso concienzudo de las distintas referencias.

Las cuentas corrientes sin comisiones sin nómina existen, aunque, por lo general, son casos excepciones. Por ejemplo, las cuentas joven, que están pensadas para captar a este público, suelen ofrecer esta opción. También hay que decir que es un tipo de cuenta corriente básico.

La principal diferencia entre las cuentas corrientes y las cuentas nóminas es que una cuenta simple no exige ninguna domiciliación, y las segundas, sí. Ahora bien, también es importante señalar que una cuenta nómina, usualmente, ofrece mejores condiciones, en forma de rentabilidad, descuentos o menos comisiones.

La cuenta corriente, por definición, está concebida para que puedas hacer operaciones cotidianas. En primer lugar, podrás efectuar pagos, transferencias, traspasos, compras e ingresar dinero cuando quieras, así como recibirlo. Otra posibilidad es la de domiciliar recibos o nóminas, si así lo deseas. Finalmente, hay que señalar la posibilidad de hacer pagos mediante Bizum o compras con tarjeta de crédito, débito o apps.

Las cuentas corrientes que existen son varias. Hay que destacar el caso de las cuentas nómina, cuentas remuneradas, cuentas jóvenes, cuentas para autónomos o empresas o cuentas para pensionistas. Los principales criterios para distinguir una u otra cuenta son la edad, el uso profesional, la generación de intereses o las cantidades que se ingresan.

Los gastos que se cobran en las cuentas corrientes van a depender de la política de cada empresa. En cualquier caso, hay que indicar que las transferencias internacionales o la retirada de efectivo de cajeros de otra entidad siempre se cobran. Además, y dependiendo de la compañía, se cobrarán otras comisiones como la de mantenimiento o por tarjetas.

Las ventajas de comparar cuentas corrientes online con Portal Créditos son numerosas. Primero, que dispondrás de la información en muy pocos minutos y sin necesidad de dar vueltas. Además, esto también servirá para que compares cuáles son los productos que mejor se ajustan a tu perfil de cliente. Asimismo, también valdrá para que, con las valoraciones, puedas saber qué entidades son más confiables. En definitiva, es un procedimiento que deberías aplicar.

Las cuentas corrientes, según Portalcréditos, son una vía muy diversa, de manera que te convendrá comparar y saber lo que estás buscando. Al fin y al cabo, no es lo mismo una cuenta para un joven estudiante que para una pareja, un jubilado o un autónomo. La ventaja es que, con el comparador de Portal Créditos, todo esto es más fácil.

Existen otro tipo de cuentas como alternativas a la cuenta corriente, generalmente la cuenta de ahorro. También existen otros productos como las cuentas hipotecarias o, más recientemente, las cuentas de divisas, enfocadas al trading.